Como una de las dos obras externas de Dios, la providencia incluye la preservación, la concurrencia y el gobierno, abarcando todo lo que sucede, tanto lo bueno como lo malo.
Por medio del profeta Hageo Dios cuestionó las prioridades de su pueblo.
Juan Calvino escribió una breve introducción a su teología, la cual después convirtió en el Catecismo de Ginebra.
Sin sutileza alguna, Pablo empezó esta carta con una fuerte reprensión, porque los Gálatas se habían desviado del único evangelio para creer otro evangelio...