Aunque es cansado persistir en hacer el bien, existe la promesa de cosechar beneficio si no nos desmayamos.
El juicio final evaluará y recompensará las obras de cada uno.
Demostramos el fruto del Espíritu restaurando al hermano caído en pecado.
Producto de la reforma en Suiza, la Segunda Confesión Helvética es una de las más amplias y populares de las confesiones reformadas.